jueves, 4 de diciembre de 2014

Hablando de gigantes


Dicen que La Mancha es tierra de locos y soñadores, de gente sencilla, donde viven hidalgos de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una tierra de la que muchos no quieren acordarse, pero plagada de secretos y rincones mágicos.

Mucha gente piensa que La Mancha no es más que campo, y en parte no se equivocan, ya que la vid, el olivo y el cereal configuran gran parte del paisaje, pero también tenemos gastronomía, historia, ciudades mágicas y unas gentes que hay que conocer y descubrir.

Por todo ellos les invito a realizar conmigo un viaje por algunos de los sitios más impresionantes de nuestra religión. Hoy nos acercamos hasta Campo de Criptana con sus famosos molinos de viento.

Campo de Criptana es un pueblo muy pequeño, pero guarda el encanto de los pueblecitos típicos de La Mancha, su diseño y el colorido de sus casas, donde destaca el blanco y el azulete (de cal y añil), dibuja sus casas desde lo alto de los molinos, como un cuidado lienzo. Cabe destacar que fue el lugar de residencia de una de nuestras actrices y cantantes más famosas, la manchega universal, Sara Montiel.


Cuenta con uno de los lugares más icónicos de nuestra región, los famosos molinos de viento, signo y emblema de La Mancha. Estos han sido azotados por el viento, Don Quijotes y flashes durante siglos.

Estos molinos son pequeñas joyas arquitectónicas que dotan a la zona de un encanto particular y que la reseña que se hace de ellos en El Quijote los catapultó a la fama mundial.



El próximo día más y mejor.



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