jueves, 4 de diciembre de 2014

S.O.S Parques Nacionales


 "Yo te agradezco porque aquí estoy
vos sos mi única madre 
con alma y vida yo defiendo tu jardín
Te agradezco aunque me voy avergonzando 
con ser parte de la especie
que hoy te viola en un patético festín"

Madre hay una sola.
Bersuit
   

   El pasado 20 de Noviembre el Congreso finalmente dio luz verde a la nueva Ley de Parques Nacionales que permitirá la caza dentro de estas reservas naturales hasta 2020. Esta medida, al igual que las prospecciones en aguas canarias, ha sido aprobada ante el rechazo de todos los grupos de la oposición.

   Esta nueva legislación, sustituta de la norma del 2007 que regulaba los 15 parques nacionales existentes en nuestro territorio, supondrá entre otras medidas la ampliación en seis años del plazo para la prohibición definitiva de las actividades cinegéticas en estas zonas de especial conservación biológica.

   Tanto los partidos de la oposición como las organizaciones ecologistas y los propios directores de la mayoría de los parques han criticado con dureza la ley ya que acusan al Gobierno de desproteger estas reservas naturales, de dar acceso libre a la explotación económica de las mismas y de socavar las competencias autonómicas referentes a la gestión de los parques.

   A todo esto se le suma la polémica enmienda por la cual los propietarios de las fincas privadas que se encuentran dentro de los parques puedan seguir organizando sus cacerías con fecha límite 2020. Esto queda en entredicho pues sólo se llegará al fin de este tipo de actividad si se llega a un acuerdo voluntario entre terratenientes y Estado.




  A parte de los problemas derivados de las actividades cinegéticas, nos encontramos con que el gobierno está más preocupado por la apertura de los parques a actividades lúdicas y turísticas que consigan atraer a un mayor número de visitantes, como por ejemplo la navegación en Monfragüe, que por la propia conservación natural del mismo.

  Otra vez más, queda patente el tipo de democracia reinante en nuestro país, nula. Como viene siendo habitual el partido en el poder aprueba, por sí solos, unas medidas que, en lugar de favorecer y defender nuestro patrimonio cultural y natural que es único, parecen favorecer a los más ricachones del país. ¡Queda claro cómo funciona la política! A golpe de billetera.
  Primero las prospecciones en Canarias, luego esta nueva ley que afecta a los Parques Nacionales, a continuación la reserva de gas en Doñana… ¿Qué será lo próximo? La realidad es que estas nuevas leyes, para vergüenza de muchos, son una política encubierta de aniquilación sistemática de nuestras joyas de la Corona ambiental. Estos lugares únicos que han sido protegidos durante años ya que son un pequeño reducto de lo que un día fueron, que cuentan con un siglo de historia conservacionista, visitados cada año por 10 millones de personas  y que forman un espacio de vital conservación biológica con una extensión que apenas alcanza el 0,7% de todo el territorio nacional  han quedado finalmente indefensos ante las actividades cinegéticas y las tropelías de unos cuantos señoritos que seguirán usando sus cortijos como cotos de caza privados donde todo está permitido, eso sí, previo pago.





“Sólo cuando el último árbol esté muerto, el último río envenenado y el último pez atrapado te darás cuenta que no puedes comer dinero.”

Un beso.
Noe


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